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Consejos de plantación

CONSEJOS PARA LA PLANTACIÓN DE ROSALES

PREPARACION DE LA TIERRA

El correcto desarrollo de un jardín, depende en gran medida de la preparación inicial del suelo que se basa en un acertado diagnóstico de la calidad físico-química de éste. Para poder disponer de la información necesaria se recomienda realizar una analítica completa del suelo.

En la mayoría de los casos en las construcciones de jardines, se utiliza el suelo propio de la parcela, mejorándolo con la aportación de un suelo de calidad. Para el cultivo del rosal es aconsejable un terreno de textura fina con buen drenaje y aireación, los terrenos con un nivel elevado de arcilla pueden provocar asfixia radicular. El contenido en caliza debe ser valorado ya que puede provocar clorosis por bloqueos con el hierro.

En los terrenos básicos con un pH superior a 7, deben realizarse enmiendas para bajar el pH entre 5.5-6.5, estas correcciones  se realizarán en la zona donde se plante el rosal (40-50 cm del nivel del suelo)

Existen varias mezclas recomendables, de entre las cuales se indican dos mezclas adecuadas para el cultivo del rosal, éstas deberán ser aportadas y homogeneizadas con el terreno existente en la parcela:

En general se aconsejan sustratos compuestos por mezclas de turba rubia, fibra de coco y arena de sílice.

Es aconsejable no plantar rosales donde hayan habido anteriormente, si esto no es posible es conveniente cambiar la tierra a una profundidad de 30-40 cm. y aportar tierra nueva de buena calidad.

Los rosales requieren de zonas soleadas por lo que se evitará colocarlos en zonas con excesiva sombra o debajo de grandes árboles.

PLANTACIÓN

 

Los rosales se suministran a raíz desnuda en los meses de otoño-invierno y a lo largo de todo el año en maceta.

Las recomendaciones para la plantación de un rosal a raíz desnuda son las siguientes:

  • Evitar recortar raíces (Sólo las dañadas o de excesiva longitud).
  • Recortar los tallos dejando entre 8-10 cm desde el punto de injerto (Esto facilita la emisión rápida de chupones, evita la deshidratación  y permite un mejor enraizamiento).
  • Realizar un hoyo profundo de aproximadamente 40 x 40 cm.
  • colocar la planta dejando el punto de injerto unos 2 cm. por encima del nivel de suelo. Añadir la tierra y compactar.
  • Regar abundantemente durante los primeros días.

Para la plantación en maceta, el proceso  consiste en extraer la planta de la maceta y plantar según las indicaciones anteriores.

 

 

PINZAMIENTO Y PODA

Los pinzamientos son operaciones que se pueden realizar a lo largo del periodo activo de brotación de la planta (Entre marzo y noviembre), su objetivo es regular el volumen de la planta y controlar la floración. Si el pinzamiento es ligero (2 hojas por debajo de la flor), se obtiene más rápidamente una nueva floración y mayor ramificación de la planta.

Si el pinzamiento es más bajo (3-4 hojas por debajo de la flor), los tallos brotan con mayor vigor pero se retrasa algo más la floración.

Es aconsejable realizar un pinzamiento después del verano (primeros de septiembre) para eliminar flores pasadas y excesivas ramificaciones, de esta forma se conseguirá una nueva floración otoñal.

La poda debe realizarse en invierno cuando el frío haya parado la brotación y el crecimiento del rosal, entre los meses de diciembre y febrero siempre antes de que el rosal brote. La poda debe ser más severa a medida que el rosal “envejece”, durante el primer año no se aconseja realizar podas severas para que el rosal forme una

 

 

ABONADO DE FONDO

 

En líneas generales, el abonado de fondo debe incluir entre 2 y 4 Kg/área de P2O5y entre 1 y 3 Kg/área de K2O dependiendo de las riquezas y texturas de los suelos. En suelos básicos con tendencia a la clorosis se aconseja emplear sulfato ferroso. El Nitrógeno es conveniente aportarlo posteriormente en cobertera.

Los abonos de liberación controlada, son una solución segura y práctica para como abonado de fondo, ya que los nutrientes están formulados de forma equilibrada y se van liberando progresivamente.

PINZAMIENTO Y PODA

Los pinzamientos son operaciones que se pueden realizar a lo largo del periodo activo de brotación de la planta (Entre marzo y noviembre), su objetivo es regular el volumen de la planta y controlar la floración. Si el pinzamiento es ligero (2 hojas por debajo de la flor), se obtiene más rápidamente una nueva floración y mayor ramificación de la planta.

Si el pinzamiento es más bajo (3-4 hojas por debajo de la flor), los tallos brotan con mayor vigor pero se retrasa algo más la floración.

Es aconsejable realizar un pinzamiento después del verano (primeros de septiembre) para eliminar flores pasadas y excesivas ramificaciones, de esta forma se conseguirá una nueva floración otoñal.

La poda debe realizarse en invierno cuando el frío haya parado la brotación y el crecimiento del rosal, entre los meses de diciembre y febrero siempre antes de que el rosal brote. La poda debe ser más severa a medida que el rosal “envejece”, durante el primer año no se aconseja realizar podas severas para que el rosal forme una estructura.

Existen unas normas generales de poda que consisten en:

  • ELEGIR LAS RAMAS MÁS GRUESAS BUSCANDO EL EQUILIBRIO DE LA PLANTA
  • REBAJAR APROXIMADAMENTE 2/3 LA LONGITUD DE LOS TALLOS, 4-5 YEMAS DESDE EL PUNTO DE INJERTO,
  • ELIMINAR TODAS LAS RAMAS SECAS,  DAÑADAS Y DÉBILES.

 

Las especificaciones de cada tipo de rosal, se describen a continuación:

Rosales paisajísticos:   Este tipo de rosales permiten la poda mecánica por su gran rusticidad. Los de crecimiento semi-horizontal y tapizante no deben podarse sobre todo el primer año y a partir del segundo año sólo se eliminan los tallos secos. Los rosales de porte arbustivo pueden ser podados anualmente, siguiendo los criterios anteriormente descritos.

Rosales de copa o pie alto:  Se podan en forma de copa vaciando su interior y en función de su vigor dejar más o menos tallos, cortándolos de forma que la copa tenga forma redondeada.

 

Eliminación de tallos silvestres

Se trata de tallos procedentes del patrón, que brotan con fuerza y adquieren gran longitud, se diferencian porque sus hojas son más pequeñas y de color más claro, estos tallos no florecen y le restan vigor a la planta, conviene eliminarlos cortándolos desde el punto de crecimiento.

RIEGO Y ABONADO

Los riegos deben ser frecuentes. Como orientación puede señalarse que un rosal adulto necesita durante el periodo activo de crecimiento, de marzo a octubre, alrededor de 4-5 litros de agua por semana. Esto dependerá de las condiciones climáticas de cada zona y la época del año.

El rosal es una planta sensible a la asfixia radicular provocada por riegos abundantes  y en terrenos con mal drenaje, por ello se aconseja el riego por goteo, con el objetivo de dosificar el agua y el abono evitando pérdidas por lixiviación.

El rosal debe abonarse de manera frecuente en el periodo de mayor recimiento activo

PODA

La poda debe realizarse en invierno cuando el frio haya parado la brotación y el crecimiento del rosal, entre los meses de diciembre y febrero siempre antes de que el rosal brote. Cada tipo de rosal tiene un tipo de poda específica  que a continuación se describe:

Híbridos de Té de crecimiento recto y alto: Dejar 3-4 tallos más gruesos y cortarlos a una altura entre 20-30 cm del punto de injerto, el resto eliminarlos de manera que queden los tallos equidistantes.

Híbridos de Té de crecimiento más ancho de forma arbustiva: elegir los tallos más gruesos y sanos dejando 4 o 5 tallos y darle forma de vaso algo más bajo, entre 15 y 20 cm.

Floribundas y Polyanthas : En estos tipos el crecimiento es más compacto. La poda se realiza eliminando los tallos más débiles, dejando los más gruesos y dependiendo de la variedad dejaremos de 4-6 tallos cortándolos más o menos altos según vigor (entre 10-20 cm del punto de injerto)

Rosales miniaturas :  Los tallos de este tipo no son gordos y en cuanto a la podalo que haremos es ir eliminando tallos, vaciando el interior de la planta y recortando el resto, la planta de deja a una altura entre 15-20 cm.

Rosales paisajísticos: Los de crecimiento semi-horizontal y tapizante no deben podarse sobre todo el primer año y a partir del segundo año sólo se eliminan los tallos secos. Se puede hacer una poda más severa a partir del cuarto año par rejuvenecer la estructura de la planta.